La vinorama, o el huizache (con s o con z) es un árbol originario del sur de Estado Unidos
hasta Brasil, Colombia y Peru, así que no nada mas le pertenece al Desierto Sonorense.
Acá en Estados Unidos se le llama Sweet Acacia, lo que significa Acacia Dulce por el aroma tan dulce que sus flores desprenden. Y es por el aroma que este árbol es muy famoso ¡internacionalmente! Se sabe que los jesuitas se llevaron este árbol a España en los 1600’s y que de ahi se compartió a toda Europa. Desde entonces es cultivado en países con climas cálidos y utilizado para la producción de perfumes… Y nosotros acá en el Desierto Sonorense, solamente vemos a este arbolito en el monte, allá lejos donde no podemos apreciar sus colores, su perfume, su sombra. Ka esta pasanda???
Las características de la vinorama son muy parecidas a otras Acacias de Australia y Africa, y
es por esto que cuando se le asigno el nombre científico Acacia farnesiana, fue basado en un error, ya que acá en el continente Americano no tenemos Acacias nativas como en otras partes del mundo, así que fue hasta el 2005 que se le cambio el nombre científico a Vachellia farnesiana. Y el nombre farnesiana viene del apellido de el Cardenal Italiano Eduardo Farnesio del siglo XVI, que bajo el patrocinio de su familia, conservó ciertos jardines privados en donde estos arboles se encontraban.
La vinorama, como muchos otros arboles del desierto, tiene espinas, pero esto no importa si le das su espacio y los cuidados necesarios (podar ramas que estén cerca de donde caminas, por ejemplo), también me ha tocado ver que cuando esta creciendo, saca muchos “mamones” jaja, estas son ramas que crecen desde el tallo y le dan forma de arbusto en vez de árbol, así que si quieres mantener la forma de árbol, vas a tener que podar de vez en cuando estos “mamones”. Las espinas no son tan peligrosas si usas guantes de cuero, y sí tienes cuidado al podar. Y para la mala suerte de este arbolito, el polen de sus flores puede provocar alergias a algunas personas, pero comparado con otras plantas como el horrible zacate bermuda, no es un alérgeno tan potente.
Yo soy muy afortunada de no ser una de ellas, y me encanta disfrutar de los beneficios de tener este árbol en mi jardín: sombra, color, perfume, polinizadores, refugio para aves, protección contra vientos y ruido.
Acá en Tucson usamos la vinorama en los estacionamientos, o en los camellones en medio de las calles, y cuando florecen su color resalta del asfalto. Son una excelente alternativa para patios pequeños ya que no crecen tan grandotes como los Mesquites o Palo Fierros, y también pueden ser utilizados como plantas de acento, lo que significa ubicarlo en un punto focal en tu jardín, donde vaya a robar cámara pues.
Tipo: Arbol chico a mediano, también puede crecer como arbusto si no se podan los “mamones”.
Tamaño: De 4 a 6 metros de alto.
Uso de agua: Poca, tolera sequía. Si quieres apresurar su crecimiento, dale un riego lento y profundo durante el verano.
Temporada de flores: Primavera, otoño y a veces invierno.
Flores: Bolitas amarillas de 1 a 2 cm con un aroma dulce.
Alimento para: Insectos que se alimentan de néctar, huésped larvario de la mariposa amarilla mexicana (Eurema mexicana), la mimosa amarilla (Pyrisitia nise) y la azul de Reakirt (Hemiargus isola), así como varias especies de polillas*.
Donde plantar: En donde le de el ¡mero sol!
Distribución: Sur de California y Arizona, Texas, Florida, desde México hasta Sudamérica.
Uso ancestral: Las vainas se utilizan para tinta y aplicaciones medicinales, la corteza se utiliza para teñir y curtir y se cultiva ampliamente en todo el mundo en países cálidos para la producción de perfumes.
Paisajismo: Este árbol es perfecto para un patio pequeño, se puede colocar como punto focal, ya que cuando está en flor, el color es tan vivo que no pasa desapercibido. También puede crear una apariencia de paisaje desértico natural junto con arbustos ramificados y cactus.